Al realizar la lectura de José Esteve, evoqué los inicios de mi labor docente en la Escuela Preparatoria Oficial No. 18 del Estado de México, tenía dos grupos a los cuales les impartía la materia de Métodos de Investigación I, venía de un contexto diferente, trabajé en una institución privada y el aspecto escolar era muy distinto, los recursos técnicos, didácticos y tecnológicos abundaban, en su mayoría los alumnos exigían tener sus clases, reprobaban los profesores que no realizaban la planeación de sus actividades y la competencia entre alumnos era devastadora.
Sin embargo al entrar al ámbito gubernamental mi contexto y visión cambió totalmente, la población era distinta, ahora se trataba de adolescentes en pleno proceso de cambio, con una plena disposición por el menor esfuerzo, carentes de interés por el estudio, (fueron tres meses de miedo yo quería renunciar) el ensayo y el error estaban presentes, aprendía de forma vertiginosa, me adaptaba sin darme cuenta, y mi sentido de responsabilidad me mantenía frente a grupo. Tenía enfrente un gran reto, todos mis conocimientos y experiencia no bastaban, lo cual me llevó a buscar alianzas con otros docentes y alumnos que lideraban a los grupos.
Mi labor se volvió una constante reflexión, y un actuar inmediato al llamado de mis alumnos, buscando alternativas para llamar su atención, preparando materiales distintos a los que yo había catalogado como "eficientes", superando cada día los miedos que se generan al enfrentar lo desconocido o diferente.
Al transcurso de seis meses logre enlazarme a la misma frecuencia de mis alumnos, logrando entender su contexto, (yo conocía la teoría evolutiva de los adolescentes, pero siempre había trabajado de manera formal con universitarios) su forma de expresarse, de actuar, de entender y de comprender al mundo. Entendiendo la importancia de generar clases a su nivel cognitivo es decir " El profesor novato tiene que entender que ha dejado la Universidad, tiene que desprenderse de los estilos académicos del investigador especialista, y adecuar su enfoque de los conocimientos para hacerlos asequibles a su grupo de clase." (Esteve José).
Les comparto que hoy en día puedo mencionar que ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en mi trayectoria docente, porque a partir de ese punto de partida, mi actuar se ha convertido en un sistema de aprendizaje continuo, que me ha permitido adaptarme a cualquier contexto.
Sin embargo al entrar al ámbito gubernamental mi contexto y visión cambió totalmente, la población era distinta, ahora se trataba de adolescentes en pleno proceso de cambio, con una plena disposición por el menor esfuerzo, carentes de interés por el estudio, (fueron tres meses de miedo yo quería renunciar) el ensayo y el error estaban presentes, aprendía de forma vertiginosa, me adaptaba sin darme cuenta, y mi sentido de responsabilidad me mantenía frente a grupo. Tenía enfrente un gran reto, todos mis conocimientos y experiencia no bastaban, lo cual me llevó a buscar alianzas con otros docentes y alumnos que lideraban a los grupos.
Mi labor se volvió una constante reflexión, y un actuar inmediato al llamado de mis alumnos, buscando alternativas para llamar su atención, preparando materiales distintos a los que yo había catalogado como "eficientes", superando cada día los miedos que se generan al enfrentar lo desconocido o diferente.
Al transcurso de seis meses logre enlazarme a la misma frecuencia de mis alumnos, logrando entender su contexto, (yo conocía la teoría evolutiva de los adolescentes, pero siempre había trabajado de manera formal con universitarios) su forma de expresarse, de actuar, de entender y de comprender al mundo. Entendiendo la importancia de generar clases a su nivel cognitivo es decir " El profesor novato tiene que entender que ha dejado la Universidad, tiene que desprenderse de los estilos académicos del investigador especialista, y adecuar su enfoque de los conocimientos para hacerlos asequibles a su grupo de clase." (Esteve José).
Les comparto que hoy en día puedo mencionar que ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en mi trayectoria docente, porque a partir de ese punto de partida, mi actuar se ha convertido en un sistema de aprendizaje continuo, que me ha permitido adaptarme a cualquier contexto.